Un joven jockey de tan solo 24 años pero con 10 de experiencia, viene de una familia muy ligada al Turf.
Sus orígenes en el
Turf:
“Vengo de una familia ligada a los
caballos. Mi tui fue el que me subió por primera vez a una montura. Mi papá
siempre ha sido propietario. Ahora en la actualidad es cuidador junto con mi
hermano Fabián, con siete caballos al cuidado de ellos. Empecé a trabajar de
muy joven, a los 13 años, aprendiendo cada día un poquito más. Debuté a los 16
años en el Hipódromo de San Isidro con poca experiencia, solo trabajos
matutinos. Por eso creo que ahora la escuela de aprendices es muy importante
para los chicos porque los mismos profesores mandan a los chicos a correr a
interior como para que se vayan fogueando, para que agarren un poco de
experiencia, cosa que yo no tuve y me fui haciendo de apoco.”
Reflexivo con el
correr de los años:
“Me pongo a pensar que hace 10 años que estoy corriendo y de lo rápido que
pasa el tiempo. Yo agarré más experiencia pero igual, en esta profesión todos
los días se aprende algo nuevo. Seguimos trabajando para mejorar siempre.
Mirando se aprende, poniéndolo en práctica. Hace 10 años que corro y tengo ese
pensamiento: pasan los días y sigo aprendiendo algo nuevo.”
Un momento de
felicidad:
“Mi primer Grupo 1 fue el Nacional
así que fue un sueño. Ese fue un momento muy feliz.”
Un momento triste:
“Como aprendiz me toco, cuando empecé
a ganar algunas carreras, que siempre tenía inconvenientes con el tema de las
rodadas, pero prefiero dejarlo en el pasado y mirar el lado bueno.”
Un referente:
“Yo admiro a muchos. Observo a los
grandes, a los Nº1. Se puede aprender de todos pero trato de mirar siempre a
los buenos, que son de los que se aprende. Falero en este momento es un jockey
muy completo. Igual de todos saco un poquito.”
Sus preferencias:
“De atrás en el pasto y por dentro.
Siempre hay lugar. Es un poco complicado pero hay que estar con la mente
tranquila y saber esperar.”
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