Un joven entrenador de 29 años y con una caballada de 25 animales con un futuro promisorio y el orgullo de llevar un apellido con gran trayectoria en el Turf argentino.
“Hoy en día La Plata
tiene unos clásicos muy tentadores. Si uno se pone a ver las carreras de La
Plata, son muy competitivas desde un tiempo atrás. Los premios se han
incrementado mucho y están a la par de cualquiera de los dos hipódromos más
importantes: San Isidro y Palermo.”
Lo que significó incorporar
las máquinas tragamonedas a los hipódromos:
“Económicamente
hablando creo que ha cambiado mucho al turf. Hemos crecido mucho económicamente
en los premios. No se si el turf estaba
en la lona pero no estábamos bien, realmente no estábamos pasando un buen
momento. Yo creo que el turf de alguna manera u otra siempre está porque lo
lleva en la sangre gran parte de la población, pero no estábamos pasando un
buen momento en el país. Las maquinitas han colaborado mucho. Los propietarios
se han animado; la relación premios-caballo ha mejorado mucho. Entonces la
gente se anima más y se puede llegar a tener un caballo, ganar una carrera y
mantenerlo.”
Sobre la gente que
trabaja en el Turf:
“Lo interesante también
es que hay mucha mano de obra en el turf que no es remplazable por máquinas,
entonces eso le da un valor agregado a nuestra actividad. Acá hay mucha gente
trabajando de lunes a lunes, por eso se merece un apoyo y estar bien.”
La falta de un “caballo
del pueblo”:
“Un Maradona sale uno
cada tanto. Después en un momento dejó de haber porque se empezaron a vender
caballo al exterior. Los caballos buenos no podían terminar su campaña acá
porque ya se vendían. Hoy en día se cortó el mercado al exterior y quedaron
todos los caballos. Creo que en Argentina hay buenos caballos y se crían muy
buenos caballos. Entonces la competencia es mejor porque no se van los buenos.”
La venta de caballos
al exterior:
“Yo creo si se ha
cortado mucho (la venta al exterior). Es una cosa que se puede apaciguar. Uno siempre
tiene la esperanza de sacar un caballo y poder venderlo al exterior porque le
da oxígeno al propietario. La mayoría de los propietarios vuelven a invertir en
el turf, en la actividad. Hoy sin eso hay que tratar de rebuscársela con los
premios, tratando de ganar carreras, clásicos. Palermo tiene clásicos que suman
muy buenos premios.”
Sobre la actividad en
el Interior:
“Los hipódromos del Interior
merecen un apoyo que nos va a hacer bien a toda la actividad. Hoy en día hay
una superpoblación de caballos acá (Buenos Aires) que no es buena. Que empiece
a haber un mercado para el interior. Que se pueda ver la calidad de caballos
repartida por todos lados. Me encantaría que se pueda apoyar a los hipódromos
del interior. Los premios allá son bajos, no es competitivo, lo hacen por la
pasión, pero no les sirve el dinero. Como el país no viene bien, hoy mantener
un caballo de carrera es difícil. Entonces para la gente del Interior se le
está haciendo muy duro. Entonces mucha gente está optando por cuidar allá y
venir a correr acá, porque los costos son más bajos y los premios son más altos
acá. Pero creo que hay que buscar un equilibrio, como en todo. Que haya más
premios interesantes de acuerdo a la mantención que se puede tener allá.”
Sobre la intensa programación
diaria de carreras:
“En su momento hubo
carrera dos veces por semana, que era los fines de semana, después se agregó un
día. Hay muchos caballos, se ha duplicado la cantidad de nacimientos de unos
años para acá. Entonces todos tenemos que tener la oportunidad de correr y
todos necesitamos correr para vivir de esto. Para todos los días, para todos
los programas, para todos los hipódromos, siempre hay caballos. Me parece que
se debería hacer un equilibrio con las categorías de los caballos y las
carreras.”
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